Diario de recuperación - Una historia de terror

Mi contacto con la pornografía comienza cuando yo tenía 5 o 6 años allá por 1987 - 1988 para ese entonces mi papá tenía una colección de revistas pornográficas, las clásicas, playboy, penthouse, hustler y otras más... Esas revistas mostraban mujeres desnudas, escenas pornográficas no muy extremas...

Mi papá las tenía guardadas en lo alto de un ropero, donde según él nadie sabía que estaban, nadie excepto mi hermano, quién en alguna ocasión había dado con ellas.
Tengo un breve recuerdo de mi madre tratando de explicarnos qué era el sexo con esas revistas...
Pues bueno, mientras yo crecía, la pornografía se consumía de esa manera, en revistas, periódicos y en general en formato impreso, por lo general en revistas, naipes, periódicos u otros medios impresos de la época. Había algún medio como la revista Luz que combinada erotismo con educación sexual.
Era un poco complicado conseguir material en video, en aquellos años necesitabas un Betamax, un VHS o una antena de VHF, de cualquier manera algo que casi sólo estaba en manos de los adultos.
Pues bien, mientras yo iba creciendo era muy normal que los chicos compartieran revistas, se intercambiaban, se prestaban y hasta se vendían hoja x hoja...

De esta forma yo fui creciendo con la idea de que la pornografía era algo normal, algo de hombres e incluso de mujeres y adolescentes, nada que te pudiera ocasionar mayores problemas que alguna regañada de un adulto si te encontraban el material...
De esta manera crecí con la idea de que la Masturbación y la Pornografía era complementos, cosas de hombres, cosas de adolescentes...

Mi encuentro con la masturbación comenzó aproximadamente a mis 8 años, cuando alguno de mis vecinos me contó como era que se hacía, luego era normal que se hicieran reuniones de amigos para masturbarse en colectivo.

Pues así crecí, masturbandome para disfrutar del placer del sexo, a los 15 años tuve mi primer encuentro sexual con una chica de 25 años, ella me enseño lo que debía hacer y aunque yo no entendía con claridad donde debía meter mi pene, ella se encargó de todo, yo solo empujaba de atrás hacia adelante y viceversa...
Durante mis años de adolescencia fui privilegiado ya que tuve muchas novias y compañeras sexuales... Viví con un par de amigas en un formato de únión libre sin unión real, sólo compartíamos gastos, y encuentros casuales...

Luego a mis 23 años me uní a quién fuera mi compañera por los últimos 12 años, una chica hermosa, con quién tenía gran afinidad y muchos proyectos en común... En esa misma época compré mi primer computadora y en muy poco tiempo conseguí mis primeros videos porno en digital, en ese entonces aún no era muy común tener internet en casa, así que ibas al café internet, veías algunos videos de música, y ocasionalmente descargabas algún video porno que habrías de "quemar" en un CD.

Pues al poco tiempo de haber comenzado mi relación con mi compañera, una noche tenía muchos deseos de masturbarme y mientras ella dormía, yo me fui al cuarto de al lado, donde estaba la computadora, puse un CD y comencé a masturbarme como de costumbre.. Jamás imaginé que esa noche comenzaría una de mis más dolorosas etapas de la vida. Mi compañera extrañada se levantó y de forma sigilosa llegó a mi lado... Me descubrió en plena acción y pues su mundo se derrumbó, para ella era un gran problema, algo asqueroso, de enfermos, una aberración total... Lloró toda la noche y el día siguiente, se sentía traicionada, herida, intrigada de porqué yo hacía eso... Pensaba que yo estaba insatisfecho con nuestra sexualidad, que ella no me daba lo que yo deseaba... Para mi no había tal cosa, era un comportamiento normal, pero para ella era una gran traición...

Pues así siguieron incansables cantidad de escenas como esa, me descubría en el baño, en el cuarto, en la sala, en el patio y pues ya ninguno tenia tranquilidad si no estábamos al lado uno del otro... Yo por mi parte esperaba la menor oportunidad para aprovechar, para desarrollar aquella práctica que para mi era normal...

Pues bueno, entre llanto, dolor y enojos, nuestra vida en pareja comenzó a sufrir, a deteriorarse, a salirse por completo de control... Éramos dos mundos aparte, por mi lado era mi sexualidad, por su lado era una asquerosidad de "bicho raro" de enfermo...
Yo jamás me percaté de que aquel comportamiento se había convertido en una adicción, una adicción que iba creciendo más y más... De la cuál yo perdía el control, una adicción que me hundía más y más y que muy pronto me costaría un precio muy alto...

De esa manera continuamos nuestra vida entre el dolor, la traición, el engaño y la normalidad... Mientras yo me masturbaba y me consumía en esa adicción, mi pareja, mi mejor amiga y mi compañera, sufría muchísimo, hasta el punto en que comenzó a buscar refugio y apoyo en las palabras de alguien más... Yo para escapar de esa realidad me refugiaba cada vez más y más en la pornografía y la masturbación... No era capaz de ver nada malo en ello, era algo normal que simplemente ella no entendía... Y de esta manera toda mi vida se salió de control.

Ella comenzó a tener pretendientes primero por internet, luego en la realidad... Y mientras tanto yo seguía con mi vicio sin darme cuenta, sin querer abrir los ojos... Así los problemas siguieron creciendo más y más y más...

Mis gustos por la pornografía comenzaron a volverse más extremos, el dolor de ella y el sentimiento de soledad más insoportable y así la distancia entre uno y otro más grande...
Cada vez que ella me encontraba masturbándome me decía: "Eres un maldito asqueroso", "Maldito", "Asqueroso" y rompía en llanto... Yo por mi parte hacía todo lo que podía para mantener mi comportamiento en la oscuridad...

Así estuvimos por muchos años, juntos por costumbre, por apariencia, por dependencia mutua, sufriendo, separándonos cada vez más... Haciendonos mucho daño mutuamente... Y yo no era capaz de pensar que algo estaba mal, para mi era normal, eran cosas de ella, ella era la rara... Esto siguió pasando y pasando por años...

Hasta que mi adicción se salió de control... Cometí más y más actos de PMO, hasta que rompí su corazón y eché a perder nuestra relación... Ela lloraba y sufría de manera horrible, se sentía profundamente traicionada, por la persona que jamás esperó, por alguien en quién confiaba totalmente...

El dolor y la vergüenza que sentí tras cada una de esas ocasiones han sido de las peores cosas que he pasado en esta vida... Aún así me perdonó, porque me amaba y continuamos, tuvimos un hijo, seguimos adelante, viviendo, riendo y disfrutando... Hasta que recaí, yo no sabía que era un adicto al sexo, la pornografía y la masturbación... No pensaba que tal cosa pudiera existir... Como iba a ser así, si era algo normal, algo de hombres que todos lo hacen...

Y fue ahí donde toqué fondo, donde me arrepentí por completo y decidí romper mi silencio y buscar ayuda...

Una vez que me armé de valor, contacté a una escuela de psicología en búsqueda de ayuda profesional ya que para ese momento no tenía dinero disponible para el tratamiento, la escuela de psicología de una universidad privada en Costa Rica me abrió las puertas y días después de haber hecho la solicitud comencé la terapia, al finalizar la primer sesión regresé a casa muy aliviado por haber podido contar mi situación, las personas que me atendieron, eran 2 chicas muy jóvenes, amables y profesionales, quienes estaban cursando su práctica final para la licenciatura, ellas me apoyaron, me escucharon y fue entonces cuando pude comenzar mi proceso de recuperación.

De esa experiencia nace el nombre de este sitio web y esta iniciativa, Rompe Tu Silencio, me di cuenta del valor terapéutico que tenía el compartir mi historia, mi situación, a personas que lejos de señalarme y criticarme me apoyaron con mucha humanidad.

Uno de mis principales miedos de ir a consulta psicológica era encontrarme con una persona fría, llena de prejuicios y diagnósticos profesionales lejos de mi realidad y situación, encontré totalmente lo contrario.

El contar mi historia y mi situación me dio la posibilidad de comprender mejor que efectivamente había un problema en mis comportamientos, esa noche cuando regresé a casa, comencé a buscar en Google sobre "Cómo dejar de masturbarse" "Adicción a la pornografía" "Adicción a la masturbación" y luego de leer muchos comentarios, revisar muchas páginas y sitios web, en uno de los foros mencionaban el excelente libro de Your Brain On Porn Gary Wilson Your Brain On Porn es libro cambió mi vida por completo, no lo podía creer, toda mi situación era igual a las expuestas en el libro, eso era lo que me pasaba, nadie lo sabía, yo no lo sabía y ahí estaba, fue la puerta hacia un cambio radical en mi vida.

Esa noche comencé a investigar su libro, su web y toda la información que encontré, había muchísimo, tardé algunos días en asimilar todo, pero cuanto más leía, más comprendía lo que me pasaba, más me asombraba y más me hacía sentir tranquilidad...

Comencé uan nueva etapa de mi vida, mi recuperación de la adicción a la pornografía, la masturbación y el orgasmo PMO.

Durante algunas semanas más seguí asistiendo a las sesiones de terapia, conté mi historia con lujo de detalles, identifiqué diversas situaciones importantes que habían acontecido durante mi vida, nos dieron apoyo a mi y a mi compañera, para que pudiéramos comenzar nuestro proceso de sanación y recuperación y durante todos esos días seguí leyendo e investigando a profundidad sobre todo lo que era el Reto No Fap, el PMO, la adicción a la pornografía, el sexo, el ciberxeso y las adicciones y terapias en general, en base a toda la investigación que realicé fui compilando información, ejercicios, métodos y experiencias para lograr liberarme de este comportamiento excesivo y fue así que diseñé todo mi plan de acción, el metodo que te comparto a través de este sitio web.

El día 20 de Julio (el día siguiente a mi cumpleaños) me decidí a regalarme algo nuevo, algo que nunca pensé que podría tener, me obsequié una vida nueva, una vida sin pornografía, sin masturbación y sin más problemas. Fue así como comencé mi proceso de recuperación...

Los primeros 3 o 4 días fueron muy intensos, complejos, cargados de deseos, urgencias y disparadores (triggers), como ya sabía a lo que iba, estaba preparado, cambios de humor, emociones fuertes, sensaciones corporales y todo lo que se venía. El primer día fue de contar los minutos, de controlar cada una de las cosas que me sucedían, como me sentía, lo que hacía y hasta lo que pensaba, esos primeros días me refugié en los foros, repasando los videos, leyendo, para reafirmar mi compromiso, para alimentar mi deseo a una nueva vida, sin molestias, sin ornografía y sin masturbación.

Hablé con mi compañera y le explique del reto que había asumido, con la intención de una vez más pedir su apoyo, su comprensión y para que supiera lo que estaría experimentando, su reacción fue de incredulidad, no creía que pudiera resistir 90 días sin orgasmos, sin sexo y tristemente sin masturbación. Yo sí creía en mi determinación, sabía que lo iba a lograr, que esta sería la primera vez que comenzaría este reto, que sería una nueva etapa en mi vida y seguí adelante, meditando cada mañana y cada noche.

Alimentando mi confianza y mi deseo por una vida libre y sin adicciones de ninguna clase, así que proseguí, leyendo, realizando actividades físicas (yoga, mandados, lavar los platos, lavar ropa, doblarla y acomodarla, todo era una oportunidad para mantenerme ocupado y alerta).

Había estado valorando la posibilidad de bloquear el acceso a internet, de instalar un bloqueo para pornografía (porn blocker), pero me di cuenta de que sí no lograba dominar mi mente y mis acciones todas esas herramientas no podrían hacer mucho por mí, así que me centré en mis comportamientos.

Así pasaron los primeros días, al principio fue difícil, luego conforme avanzaron los primeros días, todo fue más sencillo, cada día más sencillo, hasta que llegó el día 7, ese día donde te sube la testosterona y tus deseos van de pies a cabeza, por todo lado... El día 7 tuve fuertes deseos, fuertes urgencias, fue una lucha fuerte, pero nuevamente me refugié en las acciones y en la información.

Comencé a leer los efectos de la pornografía en la sociedad, sobre lo que pasan las y los artistas que se retiran de esa industria, sobre las cantidades increíbles de dinero que genera, y las cantidad terribles de deshumanización dolor y sufrimiento que genera también, eso me abrió la mente, me hizo cambiar mi perspectiva sobre la vida que tienen las personas que trabajan en el sexo y la pornografía, sobre lo asquerosa que es esa industria, no desde una perspectiva mora, sino humana.

Y así fui avanzando en el calendario, una día tras otro, una hora tras otra, llegaron mis primeras semanas limpio, primero 10, luego 15 y luego 30 días absolutamente limpio. El día 30 decidí subir mi reto a un nivel más alto Reto No Fap en Español (estaba en Hard Mode) y decidí cambiar a Modo Monje.

Los días siguientes al día 30 fueron geniales, comencé con la creación de esta web, seguí leyendo e investigando, compré algunos libros, probé algunos métodos y todo fue una maravilla, seguí aprendiendo sobre mi vida y mis situaciones en la niñez y todo iba de maravilla. El día 52 me decido a hacer una serie de video tutoriales sobre "Cómo bloquear la pornografía en mi computadora", descargo los programas para realizar los bloqueos, cuando estoy listo ya con todo según yo listo, instalo Cold Turkey (un programa maravilloso que no sabía usar ese día), cuando tengo ya todo listo según yo, ingreso a un sitio porno sólo para probar que estaba bloqueado y cuál es mi sorpresa, algo había salido mal, el sitio no estaba bloquado, sigo intentando, una y otra vez y cada vez que ingresaba a algún sitio (probé varios para ver que pasaba) pues mi corazón se aceleraba con los videos, y la curiosidad mató al gato una vez mas, esa noche, vi algunos videos porno, por varias horas, estuve en ello, no hice PMO, sólo vi algunos varios videos, pero bueno siendo que mi reto era dejar la adicción a la pornografía, el hecho de haber visto videos pornográficos me hacía tener que reiniciar mi contador y así fue, el día 9 de Setiembre reinicié mi contador a cero.

Me mantuve super bien durante los siguientes días, aparecieron algunos deseos en el camino pero , rápidamente salí de ellos, eso hasta el día de hoy, 19 de Setiembre (10 días después) donde tuve una recaída con el PMO, por lo que tuve que comenzar absolutamente desde cero, toda mi aventura otra vez...

Por un lado fue muy incomodo tener que reiniciar, aceptar que perdí el control de mis acciones una vez más... Por otro lado fue como una gran liberación, una gran tranquilidad, haber perdido la lucha significaba dejar de luchar, al menos por ese instante (si fueron tan sólo unos minutos de placer) y bueno, una vez que tuve que reiniciar, todo regresó a la normalidad...

Quizás te preguntes ¿qué pasó? ¿porqué reiniciaste? pues simple, perdí el control de mis acciones y mis pensamientos, no realicé ninguna de las acciones que debí hacer, al pasar los días las urgencias van bajando y así tu estado de alerta va bajando también, cuando te das cuenta, viene una urgencia fuerte y te toma desapercibido, además estaba pasando por un bajón emocional, me sentía triste y enojado, estoy pasando por una situación de la cual deseo salir hace días, pero toma tiempo, y me ha desgastado, me consume energía y fuerzas, en medio de todo eso apareció el deseo y cuando logré ver lo que estaba haciendo ya era tarde...

Ahora ya se lo que viene, todo el proceso vuelve a iniciar, contadores desde cero, urgencias y deseos fuertes, molestias diversas, físicas y emocionales, no es un paso atrás, es sólo volver a comenzar el camino, lo avanzado queda ahí, lo logrado y lo aprendido también quedan, así que lo que puedo hacer es continuar hacia mi meta, esa vida que me merezco, que me comprometí alcanzar para mi, sólo eso, ahora a tener control de mis acciones y bueno, para las celebraciones de navidad espero estar alcanzando mis 90 días, así que ese será mi regalo, mientras tanto a trabajar fuerte en mi recuperación, en mi compromiso y en la creación de esta web.